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Trigésima segunda sesión ordinaria.-Julio 14 de 1903.

SUMARIO

Se lee y aprueba el acta de la sesión anterior.-Proyecto de Ley sobre construcción de un acueducto en Guanabacoa.-Pasa á la Comisión de Obras Públicas.-El señor Tamayo ruega á la Comisión se digne dar cuenta lo antes posible con el informe acerca del acueducto de Santiago de Cuba.-El señor Frías promete hacerlo á nombre de la Comión de Obras Públicas-Modificación al Proyecto de reorganización de la Guardia Rural.-El señor Cabello solicita que se discuta inmediatamente.-El señor Frías pide se procure antes obtener determinados datos del Ejecutivo.-Se acuerda someterlo á una Comimisión especial, que designa el Presidente, recayendo la designación en los señores Cabello, Morúa y Frias.-Mensaje del Ejecutivo sobre prolongación del Malecón.-El señor Frías solicita se discuta el asunto con urgencia.-El señor Sanguily se opone.-El señor Frías retira su proposición.-Se acuerda pase á las Comisiones de Obras Públicas y Asuntos Militares.-Comunicación de la casa naviera de los señores Menéndez y Compañía.-Pasa á la Comisión de Gobierno.-Dictamen de la Comisión sobre auxilio á los Consejos Provinciales.-Se pone á discusión.-Dictámen de la Comisión Mixta sobre la paga del Ejército.

A las cuatro horas y cincuenta minutos de la tarde y bajo la Presidencia del doctor Estévez y Romero

comienza la sesión.

SR. PRESIDENTE: Se abre la sesión. El Oficial de Actas se servirá dar lectura al acta de la sesión anterior. SR. OFICIAL DE ACTAS: (Lee el acta.)

SR. PRESIDENTE: ¿Se aprueba el acta señores Sena-
dores? (Señales afirmativas.) Queda aprobada el acta.
El Secretario dará cuenta con la órden del día.
SR. RECIO, Secretario: (Lee.)

«AL SENADO.

En los momentos en que están pendientes de informe multitud de Proyectos de Ley concediendo créditos para la construcción de acueductos con objeto de abastecer de agua potable á distintas poblaciones, sería insigne ligereza, sobre todo después de haber merecido esos proyectos aceradas frases de conspicuos Senadores, presentar un Proyecto de Ley interesando la construcción de un nuevo acueducto, si no se tratara quizás del mas necesario de todos y si por este hecho no fuere evidente que al seleccionar el Senado los ya solicitados, no se impusiere su aceptación.

Guanabacoa forma parte de la Ciudad de la Habana, aunque tenga y deba conservar su Ayuntamiento

propio. La pequeña y cada día menor distancia que separa ambas poblaciones, la facilidad y rapidez de sus numeros s medios de comunicación, la traslación diaria de gran número de habitantes á la Habana para ganarse el diario sustento á concurrir á nuestros paseos y espectáculos públicos, de que desgraciadamente carece aquella villa, y otros hechos y circunstancias semejantes, hacen indiscutible que la salubridad é higiene de la Capital de la República deberán considerarse amenazadas é incompletas mientras no participe de todos los medios de desinfección y aseo que el Estado ó el Municipio han proporcionado á la ciudad de la Habana.

Comprendiendo así la Junta Central de Sanidad inició los estudios correspondientes, aceptando el Gobierno intervent r como una necesidad apremiante el dotar de agua potable á Guanabacoa, mediante la co strucción de acueducto propio y practicando, con este objeto, numerosas investigaciones para utilizar los manantiales que se encontraran á una conveniente distancia ó para abrir pozos artesianos cuando los estudios practicados demostraron que las aguas del río «Lajas» no eran potables y que los manantiales de buena calidad eran insuficientes.

Desechados los pozos artesianos como impracticables, no desistió el Gobierno Interventor de tan de

dido y loable propósito y resolvió practicar los estudios necesarios para llevar el agua de Vento ó Albear á la Villa de Guanabacoa; y habiendo continuado esos estadios el Gobierno de la República, han sido terminados felizmente, realizándose el correspondiente presupuesto de las obras; por lo que solo falta que el Congreso conceda el correspondiente crédito para realizarlo.

da de emitir dictamen sobre el Proyecto de Ley para la construcción del Acueducto de Santiago de Cuba, tenga la bondad de cumplir su c metido lo antes posible, esperando que mis dignos compañeros unan sus ruegos á los míos, procurando obtener ese dictamen, de ser posible, para la próxima sesión.

mayo?

SR. PRESIDENTE: ¿Alguno de los señores Senadores que pertenecen á la Comisión de Obras Públicas deEn efecto, se ha demostrado que para el abasteci- | sea contestar la solicitud hecha por el señor Tamiento de Guanabacoa se necesitaría un millón de galones diarios, á razón de 50 galones por persona; y que aún cou esta concesión quedarían más de 41 millones de galones para el consumo de la Habana, bastantes para una población de ochocientas veinte mil almas; llegándose á la conclusión de que dadas las condiciones actuales, la cantidad de agua necesaria para Guanabacoa no sería la décima parte de lo que hay de sobrante en Palatino.

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SR. FRÍAS: A nombre de la Comisión de Obras Públicas prometo complacer al señor Tamayo, sinó precisamente en la sesión de mañana, si tan pronto como sea posible.

SR. TAMAYO: Yo desearía que el señor Frías fijase fecha.

SR. PÁRRAGA: La Comisión de Peticiones y de Conceciones puede dar cuenta también del de la Habana. SR. TAMAYO: Hay pendiente de cumplimiento un acuerdo que es el de que, á la mayor brevedad posible, diera cuenta esa Comisión y yo suplico al Senado que tome otro acuerdo para que se fije plazo á fin de que no continúe ocurriendo lo que yo lamento.

SR. FRÍAS: Como Secretario de la Comisión de Obras Públicas repito al señor Tamayo que haré cuando esté de mi parte por satisfacerlo.

Se han levantado los planos correspondientes de los cuales se han mandado duplicados á los Ayuntamientos de la Habana y Guanabacoa y ambas Corporacio- SR. CABELLO: Tengo entendido que el señor Párra nes están conformes en aceptar estos planos y proyec- ga se ha referido á un informe de la Comisión de Petos, pagando el Ayuntamiento de Guanabacoa doceticiones y Concesiones, y voy á contestarle, porque mil pesos anuales, que servirían al Ayuntamiento de la Habana para los gastos de conservación de su acueducto.

En virtud de estas condiciones, el Senador que suscribe tiene el honor de proponer al Senado el siguiente

PROYECTO DE LEY.

Articulo primero: Se concede un crédito de dos cientos cincuenta mil pesos oro americano que el Ejecutivo empleará en realizar las obras ya estudiadas y presupuestadas por el Ingeniero Jefe de la Ciudad de la Habana para llevar á Guanabacoa las aguas del Canal de Albear; quedando autorizado el Ejecutivo para introducir en los presupuestos y planos las reformas y mejoras que estime por convenientes.

Articulo segundo: Será obligatoria en Guanabacoa, tan pronto como se hayan realizado estas obras, el uso de plumas de agua en todas las casas cuyo alquiler exceda de diez pesos mensuales, mediante la colocación en cada una de ellas de los correspondientes metros contadores; siendo de cargo del Ayuntamiento de dicha Villa la colocación del número suficiente de fuentes públicas para el uso de los vecinos pobres.

Salón de Sesiones á los catorce días del mes de Julio de 1903. Adolfo Cabello. -José Antonio Frías. Tomás A. Recio. -Manuel Lazo.-M. Morúa Delgado.»>

precisamente en el asunto del empréstito del Ayuntamiento he sido nombrado ponente y puedo informar al Senado que ese dictamen no está sobre la mesa, porque desde hace más de cuatro meses se han podido ciertos informes al Ejecutivo y este no los ha remitido aún. El señor Zayas ha tenido la bondad de suminis trarme algunos personalmente, pero estos no son bastantes, porque á mi juicio se necesitan todos los que al Ejecutivo se han pedido.

Este es el único motivo de que la Comisión no haya dictaminado aún sobre este asunto

SR. ZAYAS: Dado lo largo del tiempo que hace se le pidieron al Ejecutivo esos antecedentes, cuando no los ha rem tido es porque no los tiene ó porque no quiere remitirlos, por lo que yo pediría al señor Cabello como ponente de esa Comisión es que diera cuenta con ese informe á la mayor brevedad con los datos que tiene, porque realmente es materia importante y urjente.

SR. CABELLO: Pido la palabra.

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Cabello. SR. CABELLO: Yo prometo al señor Zayas, concurrir personalmente al Ayuntamiento y ver los expedientes originales; lo único que pasará es que las notas y antecedentes no estarán confirmadas como yo desearía con el expediente que hemos pedido al Ejecutivo.

SR. PRESIDENTE: ¿Está conforme el señor Zayas?
SR. ZAYAS: Sí, señor.

SR. RECIO: Da lectura á un Proyecto de Ley de la
Cámara de Representantes sobre organización de la

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Senador Guardia Rural. que desee hacer uso de ella.

SR. CABELLO: Tomo la palabra señor Presidente al solo objeto de pedir pase esa moción ó proyecto á la Comisión de Obras Públicas.

SR. FRÍAS: Y yo agrego señores Senadores: rogando á la Comisión emita un dictamen con urgencia. SR. PRESIDENTE: ¿Se acuerda de conformidad? (Señales afirmativas.) Queda así acordado.

SR. TAMAYO: Pido la palabra.

SR. PRESIDENTE: El señor Tamayo tiene la palabra.
SR. TAMAYO: Para suplicar á la Comisión encarga-

«PROYECTO DE LEY.

Articulo 10-La Ley de diez y ocho de Octubre de mil novecientos dos, sobre reorganización de la Guar dia Rural, se modifica en los siguientes términos:

10-Se eleva hasta ochenta pesos el precio de cada uno de los caballos que hayan de adquirirse para los guardias y clases, así como el de los mulos que hagan falta para el servicio de la Guardia Rural.

2o-Se aumenta á treinta centavos diarios el tipo se

ñalado en el artículo primero de la expresada Ley para la ración de cada clase ó guardia.

3o-En vez de los sesenta pesos anuales señalados por los artículos 13 y 15 de la misma Ley para forrage de las caballerías y mulos, se consignan ochenta pesos.

4o-En lugar de los diez y ocho mil pesos fijados por el artículo 15 de la prop a Ley para alquileres de edificios y alumbrado, se asignan treinta y cinco mil pesos para iguales atenciones.

5o-Se conceden dos mil quinientos pesos anuales para los gastos que originen la provisión de agua, ser vicio de teléfonos, reparaci nes de equipos y suscripciones á la «Gaceta Oficial de la República. »

Articulo 2-Se eleva á veintiun pesos el haber mensual de cada guardia de infantería; á veintitres el de cada guardia de caballería, y á veinticinco pesos el de cada uno de los cabos del Cuerpo.

Articulo 3o -El Jefe de la Guardia Rural podrá dis- | poner hasta la suma de tres mil pesos anuales para gastos secretos del Cuerpo, dando cuenta al Poder Ejecutivo de su inversión.

Salón de Sesiones de la Cámara, Julio 11 de 1903. --Rafael M. Portuondo, Presidente. -Antonio Gonzalo Pérez, Secretario.-José Rodríguez Acosta, Secre

tario.»

SR. FRÍAS: Pido la palabra para proponer al Senado que acuerde se pase ese Proyecto de Ley á la Comisión de Asunto Militares, y después á la de Hacienda.

SR. CABELLO: Para pedir que se declare urgente este Proyecto de Ley y que se discuta inmediatamente. SR. BETANCOURT: Apoyo la proposición del señor Cabello.

SR. PÁRRAGA: Y yo también.
SR. FRÍAS: Pido la palabra.

SR. PRESIDENTE: La tiene el señor Frías.

SR. FRÍAS: Mi proposición se funda en que yo estimo que es necesario conocer algunos datos para poder resolver el asunto, y á ese efecto yo me proponía que el Senado pidiese algunos antecedentes al Ejecutivo, sin los cuales no cabe hacer ninguna modificación. Yo soy partidario del aumento de los sueldos de las clases, soldados y cabos. Soy partidario también del aumento de las raciones; pero creo que es de meditar- | se antes de aumentar el precio de los caballos, porque tengo entendido que existen proposiciones hechas al Poder Ejecutivo con garantías sobradas, para introducir los caballos á sesenta pesos, y que esos datos constan en la Secretaría de Gobernación; y yo creo muy importante pedir esos antecedentes para que pueda el Senado re-olver con vista de ellos si es conveniente aumentar ó nó.

SR. ZAYAS: Yo creo que se pudiera preguntar á la Secretaría de Gobernación, que está bien cerca, si realmente existen esos datos.

SR. FRÍAS: Yo puedo asegurar al señor Zayas que existen esos datos; y lo que nosotros podríamos hacer es solicitar una copia de la oferta hecha allí, y tan pronto como viniera resolver.

SR. CABELLO: ¿Quién paga los caballos?
SR. MORUA: El soldado.

SR. CABELLO: Pido la palabra.

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Sr. Cabello. SR. CABELLO: Ya nosotros hemos visto que los datos que se piden al Ejecutivo tardan mucho tiempo en venir. El Sr. Frías, por lo que dice, lo comprende perfectamente bien, y yo entiendo que no hay ninguna razón, por lo tanto, para demorar la discusión de esta Ley tan importante para la República, y queden sin

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resolver los particulares que son objeto de la Ley sin la cual no puede haber el aumento de la Guardia Rural. En este concepto, yo creo que el Senado no puede demorar este Proyecto de Ley como el Sr. Frías pide que se demore, á pesar de los datos que dice necesitar para resolver sobre este punto, mucho más cuando hay otros Senadores que tienen, si nó los datos del Sr. Frías, otros en virtud de los cuales pueden adquirir perfecto conocimiento del asunto. SR. SANGUILY: Pido la palabra.

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Sr. Sanguily. SR. SANGUILY: Por cuanto se puede saber acerca de este asunto, y que sin duda el Senado sabe, no cabe la menor duda de que estamos en condiciones de votar sobre la urgencia de este Proyecto. Pido que se vote la urgencia.

SR. PRESIDENTE: Se somete á votación la urgencia. SR. RECIO: Un momento. Esta Ley la ha acordado la Cámara á virtud de un mensaje del Ejecutivo en que pedía algunos aumentos en la Guardia Rural entre ellos el aumento del precio de los caballos. SR. FRÍAS: Ya vé el Senado cómo las indicaciones hechas por el Sr. Recio son una razón para no acordar la urgencia. El Sr. Recio decía: «hay un mensaje del Ejecutivo en que pedía esto y esto, y yo he afirmado y en estos momentos puedo probarlo, pues se dá la circunstancia de que el Sr. Beltrán que estaba conmigo en la Secretaría de Gobernación examinando esos expedientes, ha podido ver la oferta de los caballos hasta 80 pesos. No había tiempo para pedir una copia certificada de esa propuesta; sin embargo es un dato importante para poder juzgar de la procedencia ó improcedencia de este particular. SR. RECIO: Yo no me he explicado bien. Yo digo que las modificaciones de la primitiva Ley las ha originado un Mensaje del Ejecutivo solicitando unas modificaciones, y cuando el Ejecutivo pide hasta 80 pesos, es porque no ha encontrado proposición menor á 80 pesos.

SR. SANGUILY: O aceptable,
SR. RECIO: O aceptable.

SR. ZAYAS: ¿Ese mensaje no ha venido? ¿No explica las razones por qué se hace la petición?

SR RECIO: No está aquí; no ha venido; lo he sabido por un Representante que está en el Senado y me ha informado lo que yo sabía, que esta Ley que se discute era á consecuencia de un Mensaje del Ejecuti

vo.

SR. ZAYAS: El Mensaje debe haber venido porque es al Congreso.

SR. BETANCOURT (P.): Sr. Presidente, yo le suplicaría que sometiera á votación la urgencia.

SR. PRESIDENTE: Se somete á votación la urgencia. Los Sres que estén conformes con ella lo expresarán de la manera acostumbrada. (Acordada.)

SR. MORQA DELGADO: Pido la palabra. SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Sr. Morúa Delgado.

SR. MORUA DELGADO: Yo me he abstenido de votar, lo que en este caso significa votar en contra, no porque estime que no requiere urgencia la consideración de esta Ley aprobida por la Cámara de Representantes, sino porque entiendo que «urgente,» en el asunto que nos ocupa, no significa «inmediatamente,» como parecen entenderlo otros Sres. Senado es; y porque á mi juicio esta cuestión pudiera discutirse en la próxima sesión, con vista de datos que nos darían mayor seguridad en la resolución que se adopte. oído decir á varias personas y además he leído en la prensa, que aún con esa cantidad que ahora se pide en aumento, no será bastante para algunas de las

He

Lázaro y que sería beneficioso en extremo á los numerosos vecinos de aquel extenso barrio.

atenciones del servicio, y como no creo que se pueda de Belascoaín hasta el mencionado Torreón de San determinar en el curso de la discusión lo que en realidad sería necesario hacer, por eso, sin que el asunto. pierda su carácter de urgente, estimo que convendría inás que se discutiera en la sesión próxima, y no inmediatamente.

SR. CABELLO: Completamente conforme con lo que dice el Sr. Morúa Delgado, propongo que se nombre una Comisión de tres Sres. Senadores que pre-ente informe en el día de mañana.

SR. PRESIDENTE: Acordada la urgencia del Proyecto de Ley yo tengo que someterlo inmediatamente, á discusión.

SR. MORUA DELGADO: Pido la palabra.

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Sr. Morúa Delgado.

SR. MORÚA DELGADO: Ruego á la Presidencia me excuse mi inconformidad con su opinión. Yo no entiendo que «urgente» es «inmediatamente;» por eso voté en contra de la moción que pedía la urgencia, notando que el espíritu que la informaba era el de que se discutiera y vota e inmediatamente.

SR. PRESIDENTE: El Sr. Cabello explicará entonces su proposición en qué sentido debe entenderse.

SR. CABELLO: Yo hice la proposición en el sentido de que inmediatamente se pasase á tratar de este particular sin enviarlo á ninguna Comisión; pero ahora pido más: que el Senado acuerde nombrar una Comisión de tres Sres. Senadores que nos informe sobre el Proyecto de la Cámara de Representantes en la próxima sesión, después de tener en cuenta todos los antecedentes que se consideren necesarios.

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SR. PRESIDENTE: ¿Quiere usar de la palabra algún otro Sr. Senador sobre la proposicion que ahora hace el Sr. Cabello?

SR. MORÚA DELGADO: Apoyo la proposición del Sr. Cabello.

SR. FRÍAS: Yo también la apoyo.

ó

SR. PR-SIDENTE: Se somete á votación la moción la proposición del Sr. Cabello apoyada por los Sres. Frías y Morúa Delgado. (Efectuada la votación resulta aprobada.) Se concede un receso de cinco minutos para que los señores Senadores se pongan de acuerdo respecto de los indivíduos que han de componer la Comisión que se acaba de acordar, que se nombra para que dictamine acerca de este asunto.

Por otro lado, dedicándose como es el propósito, los materiales que se obtengan de la demolición á rellenar convenientemente la parte de mar que requiere el trazado de la Avenida y á la construcción de un rompe-olas indispensable en aquel lugar, se realizaría una grande economía, evi ándose la compra de una parte de los materiales que se necesitan para tales objetos y que hay que a arrear de gran distancia.

Igual economía se obtuvo aprovechando los escombros del Baluarte de San Telmo, que se demolió para que el sitio formase parte del Malecón, como lo es actualmente.

Si el Congreso tiene en consideración las razones expuestas y resuelve la demolición de la Batería de la Reina con los fines indicados en este Mensaje, me permito hacer presente la conveniencia de que el acuerdo se tome en la actual Legi-latura, para empezar los trabajos desde luego, de ma era que cuando llegue el mes de Octubre, en el cual comienzan á soplar los vientos del Norte, ya estén construidos el muro de defensa y el rompe-olas de que se ha hecho mención antes.

En otro caso, sería forzoso esperar á la primavera para dar principio á los trabajos.

Palacio de la Presidencia, Habana, diez de Julio de mil novecientos tres.-T. Estrada Palma.»

SR. CABELLO: Pido al Senado si lo estima conveniente, que acuerde el pase á la Comisión de Obras Públicas, á la de Hacienda y á la de Asuntos Militares.

SR. FRÍAS: Para proponer la urgencia de este Proyecto y su inmediata discusión. Ya ayer el Sr. Cisneros decía lo inútil que era la fortificación del castillo, y si eso es una verdad respecto de las otras fortalezas, con cuanta más razón lo es respecto de ésta, que si acaso tiene algún mérito será seguramente su forma tubular pero que nunca sirvió para defender nuestras costas, nuestra bahía, ni nuestra población; es algo que afea una parte de la ciudad, y que completando el embellecimiento de ésta, se podría hacer en su lugar un bonito parque; y la demolición daría lugar á que se terminaran los trabajos del Malecón, que no se podrán continuar por falta de materiales para llenar las caletas que en alguna parte del litoral existen; yo creo que nosotros podríamos muy bien contribuir á la obra de embellecer la ciudad de la Habana, demoliendo esa parte de nuestras antiguas for(Se-talezas, que, después de todo, nunca sirvieron para defender la ciudad de la Habana, y es de esperarse que no habrán de servir en lo sucesivo.

SR. PÁRRAGA: Pido que la designación sea hecha por la Presidencia.

SR. CABELLO: Apoyo la proposición del Sr. Párraga y pido que la Presidencia, con su buen criterio, designe las personas que han de componer esa Comisión:

SR. PRESIDENTE: ¿Lo acuerda así el Senado?
ñales afirmativas) Acordado. Quedan designados pa-
ra componer la Comisión los Sres. Cabello, Frías y
Morúa Delgado.

SR. PRESIDENTE: Continúe el Sr. Secretario.
SR. RECIO, Secretario: Dá lectura al Mensaje del
Ejecutivo, sobre prolongación del Malecón.

«AL CONGRESO:

SR. PRESIDENT: Tiene la palabra el Senador que desee usar de ella sobre la urgencia que se ha pedido. SR SANGUILY: Pido la palabra

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el Sr. Sanguily. SR. SANGUILY: Me extraña mucho que la misma persona que se opone á que se considere inmediatamente algo que afecta á la Guardia Rural, que tanta Para extender hasta el Torreón de San Lázaro la falta hace para la seguridad pública, y sobre todo, paAvenida que con el nombre de El Malecón se está ra la seguridad en los campos, entienda que sea más construyendo, por razones de salubridad y embelleci- urgente ocuparnos en lo que atañe á la demolic ón de miento, en la parte Norte de esta Capital, se hace ne- una fortaleza que hasta ahora no estorba ni hace dacesaria la demolición de la Batería de la Reina, queño á nadie. El único argumento que se puede prees completamente inútil, como fortaleza, é indecuada sentar es que se saca de allí material para el Malecón; en todos sentidos para cualquiera otra aplicación que se quisiera darle.

En cambio, el lugar que ocupa sería destinado á un hermoso parque, que se extenderá desde la Calzada

pero el Gobierno puede obtener el material porque tiene los créditos necesarios, sin necesidad de destruir la fortaleza; ni es preciso levantar aquí teorías que francamente no se pueden discutir porque afec

tan á la seguridad del país y á una porción de puntos más o menos complicados de derecho público é internacional.

SR. PRESIDENTE: Se somete á votación la proposición del Sr. Frías.

SR. FRÍAS: Retiro la proposición.

SR. PRESIDENTE: ¿Se acuerda, pues, que pase á la Comisión?

SR. FRÍAS: Entiendo que debe pasar á la de Obras Públicas.

SK. CABELLO: Y á la de Asuntos Militares.
SR. FRÍAS: Yo entiendo que no.

SR. SANGUILY: ¿Y los militares, qué papel compo nen aquí? Si alguna vez podían resolver algo es ahora. Es una Comisión Militar aunque no se componga de militares técnicos. Si para eso no se puede atender á la consideración que se debe, en la correspondencia de los asuntos, á la Comisión Militar del Senado, yo pido al Senado que supima esa Comisión Militar.

SR. PRESIDENTE: Se pone á votación si pasa á Ob as Públicas y Asuntos Militares. (Señales afirmativas de la mayoria.)

SR. RECIO, Secretario: Aquí hay una comunicacion de la casa naviera de Menéndez y Compañía. SR. PARRAGA: Eso es de puro gobierno. SR. ZAYAS: Eso no debe venir aquí.

SR. PRESIDENTE: Pero como la Comisión de Gobierno había de informar al Senado, el Senado debe darse por enterado.

SR. FRÍAS: Y dar las gracias.

SR. PÁRRAGA: No puede constar en acta que el Senado da las gracias, sino que es la Comisión de Gobierno quien debe darlas.

SR. RECIO, Secretario: Dictamen de la Comisión acerca de la Ley sobre auxilio á los Consejos Provinciales. (Lee.)

«AL SENADO:

Los Senadores que suscriben, miembros de la Comisión Especial encargada de dictaminar acerca del Proyecto de Ley sobre auxilio á los Consejos Provinciales, con vista del dictamen y enmiendas presentadas, tienen el honor de proponer al Senado, el siguiente

PROYECTO DE LEY.

Artículo 1o-Los Consejos Provinciales podrán disponer para las atenciones de la Provincia, de los siguientes impuestos, si los votaren:

1-Sobre Derechos Reales y transmisión de bienes. 2o-Concesiones y explotación de minas.

3o - Licencias de portar armas, y para caza y pesca. 40-Aprovechamientos forestales.

Artículo 20-Los Consejos Provinciales no alterarán los tipos de imposición vigentes por Derechos Reales y trasmisión de bienes.

Artículo 3o---El Estado, durante los seis meses siguientes á la promulgación de esta Ley, auxiliará á los Consejos Provinciales que no recauden por los anteriores conceptos, ocho mil quinientos pesos en cada mes, con la cantidad suficiente á completar dicha suma que entregará dentro de los diez primeros días del mes siguiente.

Artículo 4-El artículo 18 de la Ley de Organización y Régimen Provincial se entenderá redactado en estos términos: «Los Consejos Provinciales podrán recibir de ia Provincia una retribución cuya cuantía no podra ser mayor de diez pesos por cada sesión á que asistan en el Consejo Provincial respectivo. »

Artículo 5o-El artículo 19 de la misma Ley se en

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tenderá redactada en esta forma: «Los Consejos Provinciales se reunirán por derecho propio dos veces al año, y celebrarán hasta 60 sesiones: funcionará de veinte á cuarenta días hábiles, en cada período estatuyente. Uno empezará el primer lunes de Febrero y el otro el primer lunes de Septiembre. Se reunirán, además, en sesiones extraordinarias, cuandó el Go bernador de la Provincia los conv que, con arreglo á lo establecido en el inciso cuarto del artículo 99 de la Constitución, y no podrán tratar de otros asuntos que de aquellos que motivaren la convocatoria.»>

Artículo 6o- Esta Ley regirá el día siguiente al de su promulgación.-Salón de Sesiones, Julio trece de mil novecientos tres.-Domingo Méndez Capote.-Pedro Betancourt. -Alfredo Zayas.--Federico Rey.

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SR. SANGUILY: Pido la palabra para una cuestión de orden.

SR. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Sanguily.

SR. SANGUILY: ¿No está pendiente de discusión un Proyecto de Ley del Dr. Bustamante?

SR. PRESIDENTE: No señor. Se convino, según acuerdo del Senado, que todo se refundiera, el dictamen del señor Bustamante y las enmiendas que se habían presentado, que se refundiera todo en el dictamen de la Comisión de Asuntos Provinciales y Municipales.

SR. CABELLO: Como se trata de un dictamen que en realidad viene á ser completamente nuevo, entiendo que deben repartirse copias y discutirse en la próxima sesión.

SR. PRESIDENTE: Yo creo que el acuerdo del Senado, fué que la Comisión diera cuenta en la siguiente sesión para proceder a su discusión inmediata. La Comisión, no sé por qué, no rindió su dictamen en el tiempo que el Senado le puso...

SR. ZAYAS: Fué el acuerdo para hoy martes. SR. CABELLO: Para el miércoles, me parece que fué el acuerdo.

SR. PRESIDENTE: Ha ido prorrogándose hasta que al fin ha llegado el turno de presentarlo á la discusión del Senado. Por estas razones yo creo que se está en el momento de discutirlo y no en el de repartición de copias ó de más prolongaciones.

SR. CABELLO: Estoy satisfecho con las expiicaciones del señor Presidente.

SR. ZAYAS: Hay además un acuerdo del Senado. SR. PRESIDENTE: El señor Zayas además me recuerda en estos momentos que hay un acuerdo del Senado fijando el día de hoy para la discusión de este asunto. SR. CABELLO: Entendí que el acuerdo del Senado había sido el miércoles.

SR. PRESIDENTE: No señor el martes. Se pone pues á di-cusión el dictamen de la Comisión, y el señor Morúa Delgado tiene la palabra,

SR. MORÚA DELGADO: Noto, señore- Senadores, que en el dictamen de la Comisión se elimina una enmienda adicional que propuse, sobre trasmisión de ganado mayor, enmienda que estimo de suma importancia por la cantidad monetaria que puede llevar á esos Consejos en sus ingresos. He de sostener esa enmienda, así como he de combatir los ingresos ilusorios que en el dictamen se ofrecen, muy parecidos algunos á los rechazados aprovechamientos forestales. Noto además en el informe, que se incluye como enmienda un Proyecto de Ley que presenté hace varios días á la Mesa, del cual no se llegó á dar cuenta. En aquél Proyecto pido que se determide el número de sesiones

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